jueves, 22 de mayo de 2014

Sobre ser una i griega



      La "Y" es un signo de unión, no solo por su definición gramatical, sino también por la particular constitución de su grafema. Sus dos brazos alzados simulan asir los significados que tienen a sus lados, generando, muchas veces, combinaciones de sentidos insospechadas. Incluso, el gesto de extender los brazos diagonalmente mientras el resto del cuerpo está erguido, habitualmente se da en circunstancias reconfortantes, como si quisiéramos apoderarnos físicamente de ese instante para petrificarlo en la inmortalidad. Bajo esta consideración arriesgada, quizás falaz, creo que la configuración sígnica de la i griega no es del todo inmotivada: halla su correspondencia con el ademán de extensión corporal que intenta abarcar lo inevitablemente inasible. En posición de i griega pretendemos trascender nuestros límites corporales para tocar lo que está allende a nosotros, porque apoderándonos de más cosas en tanto las conocemos, suponemos existir más.
   Una i griega es una cópula en sí misma, es el signo del espejo, y por último, la metáfora de mi angurrentismo voraz que quiere conocerlo todo, que quiere reunirlo todo en unidades de sentido que puedan explicar mis porqués.
   La extrañeza da lugar a la belleza y se hace posible mediante la combinación de relaciones insospechadas. Dichas combinaciones han originado las más grandes obras universales.
Pues bien, este blog no se propone ser una "gran obra", sino que simplemente reunir textos de diversos asuntos que en apariencia no tienen nada en común, pero que en su conjunto intentan religar algunos significados desapercibidos.



2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Interesante... me hizo pensar que la i griega es una actitud (Y); que quizás la elección de la i/y tiene que ver con una tendencia conductual y que quizás las posibles confusiones, en quienes comienzan a trabajar la lectoescritura, al momento de elegir qué letra usar (claro, porque no conocen aun sus usos de memoria) pueda tener relación con esta tendencia de Y o i. Habría que analizar, claro, qué conlleva el comportamiento i... ¿líneal? ¿recto? ¿determinante y que no cambia? ¿vanidoso por un puntito? Incluso, me hizo pensar que si Cortázar habló de Cronopios, Famas y Esperanzas; no es más ni menos sensato hablar de los I y las Y o las I y los Y. Y todo esto, bueno... mirado desde un plano ficcionalizado, no? :)

    ResponderEliminar